En algunos países donde el frío alcanza temperaturas extremas, se reportan cientos de casos de congelamientos al año, que afectan principalmente a los dedos y rostro, y en muchas ocasiones generan la amputación de algunas zonas del cuerpo. Pero ahora, este efecto del frío podría ser completamente tratable con un nuevo fármaco que puede curar el tejido.
La Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA) acaba de aprobar el primer fármaco de la historia para tratar la congelación grave, y así, evitar las amputaciones producto del frío.
De acuerdo con Science Alert, este medicamento se llama iloprost (nombre comercial Aurlumyn), fue aprobado el pasado 14 de febrero y es el primero de su tipo, pero es reciclado.
Esto último quiere decir que el iloprost no fue desarrollado inicialmente para tratar congelamientos. De hecho, primero su objetivo era tratar la presión arterial alta dentro de los pulmones, pero se le hicieron algunas modificaciones y ahora tiene una nueva función.
Anteriormente, se habían probado otros medicamentos para la congelación grave, pero este fue el primero que se puso en práctica en un ensayo clínico. Allí se estudió a un grupo pequeño de pacientes (47) con congelación grave, donde los que recibieron iloprost zafaron con éxito de una amputación por congelamiento.
¿Cómo funciona el primer fármaco para tratar la congelación?
El iloprost es un fármaco de tipo vasodilatador, es decir, que funciona expandiendo los vasos sanguíneos del paciente con congelación, lo que evita que se formen coágulos.
Recordemos que la congelación genera la constricción de los vasos sanguíneos, que en palabras simples, es como si el diámetro del vaso, similar a un tubo, se hiciera más pequeño. Entonces lo que hace el fármaco revertir la constricción.
Asimismo, el iloprost también reduce el estrés oxidativo, que se produce en algunos casos cuando al recuperarse los vasos sanguíneos, el regreso del flujo de sangre repentino puede empeorar la lesión.
Este medicamento es un gran avance en la medicina, especialmente para países donde el frío alcanza temperaturas extremas. Como Finlandia, por ejemplo, donde el 1,1% de la población sufre congelación grave al año y el 12,9% en un grado leve